De como los estudiantes del "Bachiller Nocturno" nos las vemos y nos las deseamos para conseguir los libros de texto

Si algo tiene de bueno este sistema educativo son las facilidades que nos dan a los curritos para seguir “construyendo nuestra personalidad, desarrollar al máximo nuestras capacidades, conformar nuestra identidad personal y configurar nuestra compresión de la realidad, integrando la dimensión cognoscitiva, la afectiva y la axiológica1”. Además de para adquirir nuevas titulaciones para sobrevivir en la sociedad de la titulitis, y poder promocionar y ascender en nuestros respectivos puestos de trabajo.

Por las circunstancias que sean, los que decidimos matricularnos en uno de los pocos institutos donde se imparte el “Bachillerato Nocturno”, al principio de curso, nos encontramos con que los institutos no son capaces de darnos la lista de libros de texto que utilizaremos durante todo el curso.

Armados de paciencia esperamos hasta que al segundo o tercer día de curso cada uno de los profesores nos digan cual es el libro que tendremos que utilizar. Aquí empieza la gran batalla en busca de los malditos libros. Con casi nada de tiempo por causa de nuestra actividad laboral, pateamos esta ciudad buscando alguna librería o algún asqueroso centro comercial donde les quede algún “libro despojo” o se les puedan encargar; puesto que mucha gente compra o encarga ya los libros incluso al principio del verano dejando las librerías ya a finales de septiembre y principios de octubre casi sin ningún libro.

Podemos estar mareando a nuestros jefes para conseguir un permiso para patear librerías por Madrid, podemos marear a nuestros familiares y a nuestros amigos para ver si tienen tiempo y pueden buscarlo o dejárnoslo, pero a mediados de octubre sabemos de antemano que no podremos conseguir todos los libros.
Encima para más cachondeo hay que aguantar el pitorreo de ciertos profesores que nos llaman vagos porque no nos “hemos molestado en buscar los libros” y aguantar sus amenazas “si no los traéis os vais de clase”.
Nos encanta la organización del sistema educativo vigente.

¿Para que seguir dándoles de comer, si luego solo saben joder?




1. Fragmento extraído del preámbulo de la “maravillosa” LOE




Colectivo de Estudiantes Unificados Gestando Embriones de Odio a la Titulitis